Blog creado para la ayuda Erasmus y gente que en general quiera ir a Rumanía una temporada.

jueves, 5 de abril de 2012

¿Budapest y Belgrado? Sí, por supuesto (2)

Continuamos con el viaje express con la idea de pasar un día en la ciudad Serbia de Belgrado. Por lo que aprovechamos los trenes para que cuadraran en noche y ahorrarnos el alojamiento.


Solo para cuerpos jóvenes y con demasiadas ganas. Uno ya se va haciendo viejo para estas cosas. Pero Београд vale muchísimo la pena.


Cogimos el tren en una de las estaciones de Budapest (keleti) en el último minuto (mientras la tia rellenaba el billete con toda la parsimonia del mundo yo creía que se me salía el corazón por la boca...), el billete cuesta solo 15€ y no hay reserva de asiento. Pero la mayoría de la gente viaja de esta manera por lo que no hay demasiado problema. Tardó unas 7 horas en llegar a la urbe por lo que a eso de las 6 de la mañana ya estabamos pisando suelo en Belgrado.


La frontera es algo de lo que no hay que preocuparse al entrar en Serbia. Ningún problema y todo rápido. Ya en pié lo primero fue cambiar unos florines sueltos que nos quedaron en el bolsillo por la moneda local que tocaba: el dinar serbio (1 € = 111,74 дин )  y hacernos con un mapa de la ciudad. teníamos hasta las 4 de la tarde para darnos un buen paseo. De camino al centro nos tomamos un café no sin antes toparnos con un par de edificios todavía bombardeados, no me olvido que la gente de mi edad ha vivido una guerra.



Por lo demás, al menos la zona centro de la ciudad esta muy reconstruida y con una vida de lo más normal, la vida es rápida. El mundo es pequeño, impresionante y maravilloso; solo nos toca disfrutarlo todo lo que podamos y esta filosofía de vida se queda plasmada en la sonrisa de la gente que se topa con problemas mucho más graves que los nuestros en el día a día a lo largo de su vida.



Hay mucho que ver aunque rápido, pero estoy seguro que se le puede sacar mucho más partido del que se saqué yo a la ciudad. La cual ya andaba despierta a eso de las 7 de la mañana.

Como en todos los sitios menos en España el inglés no fue un problema, aún siendo una capital muy poco turística; cosa que me enganchó desde el primer momento.



Para visitar lo más impresionante de la "ciudad blanca" es la catedral, la fortaleza, la iglesia de San Marco, el museo, la plaza de los estudiantes y un etcétera de edificios de diversa índole. La catedral (me refiero al templo de San Sava) aún en construcción en su interior es la iglesia ortodoxa más grande de Europa. Por fuera ya está terminada y la vista es genial. Pero para vistas espectaculares la que ofrece el Kalemegdan (la fortaleza) en plena confluencia de los ríos Sava y Danubio.






En esta fortaleza es donde se concentraba la urbe ya en el siglo III a. C. nombrada por la tribu celta de los escordiscos. Desde entonces, Belgrado y su fortaleza ha sufrido todo tipo de ataques a lo largo de la historia, volviéndose a construir, mucho más grande, más fuerte. Ahora en su interior alberga el museo militar, al cual no pudimos pasar por ser lunes, pero se puede disfrutar de la exposición exterior siempre disponible a quien quiera acercarse.





El único sitio que no encontramos fue el mausoleo a Tito, quizás estaba algo más lejos del centro por lo que no conseguimos visitarlo. Los precios vienen a ser desde 120 dinares el medio litro de cerveza, o el paquete de tabaco por 160 por poner algún ejemplo.




Belgrado es una ciudad para disfrutar el poco tiempo que estés en ella, hay historia, sitios sin descubrir y la oportunidad única de la experiencia en una ciudad tan poco turística pero bella a la vez. La normalidad de la vida en personas que han vivido varias guerras es pasmosa.


Sólo me queda un sabor amargo al preguntarme si alguna vez volveré a pisar sus calles puesto que de buena gana volvería a ellas y sentarme en cualquier banco mientras disfruto de los jardines, su cerveza y por supuesto de sus mujeres. Las más guapas sin duda hasta el momento en mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario