Todo muy bonito y muy conseguido, pero claro, nada sería lo mismo sin el típico, el que siempre está en medio, el que en principio daña los ojos de que está de visita en Rumanía. El inigualable desconchón..
Sí, parece un tanto raro que hable de este tema y encima me haga gala de ello. Pero por experiencia uno empieza dándole mucha importancia a los desperfectos que ves por la calle y termina no solo obviándolos; si no que llega un momento en que parece que se mimetizan con el entorno y es cuando empiezas a disfrutar realmente de todo lo que te rodea. Nada parece ya lo que es ni nada es lo que parece.
Estación Ploiesti Sud
Esto es de lo peor, aunque la de la izq, está en todo el casco antiguo.
Hay mil ejemplos de esto que cuento por cualquier calle bucarestina. Algunos que te hacen replantearte la situación rumana al respecto. La poca economía y los pocos medios que hay para el mantenimiento de fachadas en edificios que serían preciosos si no fuera por este descuidado. Y otros que simplemente te hacen reír o te sitúan y te recuerdan en el país donde vives. Un país que salido de un régimen comunista no ha sabido conservar sabiamente sus joyas arquitectónicas para mostrarlas con orgullo a los visitantes que quieran con interés pasearse por sus calles.
Exceptuando algún que otro banco y calles con más prestigio lo demás es simplemente más de lo mismo. Claro que por otro lado es preferible un interior acogedor que un exterior pulcro y liso.
Muchas de las fotos las he cogido de la página: bucharestdailyphoto (estoy tirado en mi cama y la verdad es que no tengo muchas ganas de salir a hacerlas yo mismo...) y la verdad es que es de lo peor que hay por la calle. Más adelante haré una contra entrada a esta.
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