La primera ciudad en el país fue Pristina, la capital.
Nada más llegar conocimos a un profesor de la universidad (americano) el cual nos orientó en referente a la ciudad. No íbamos a tener ningún problema. Fuimos en taxi con el para el centro de la ciudad. Se supone que las avenidad principales son Bill Clinton con la avenida George W. Bush. La moneda en uso es el euro por lo que aprovechamos para sacar dinero en cantidad para el resto del viaje.
Biblioteca universitaria
(según dicen en edificio más feo del mundo)
Como en todos estos países, esta ciudad tiene su propio bazar por el que pasamos. No tiene nada de particular, pero si la gente, la cual si te ven con una cámara reflex más de uno te pedirá que le hagas una foto. Un zapatero (no tengo fotos de él, cuando tenga la pondré) se empeño en que entráramos a su lugar de trabajo y como pudimos nos comunicamos con él. Tampoco tenía mucho que decir el hombre pero si que tenía curiosidad y el trabajo que realizaba en España bien costaría dinero pues hacía sus zapatos a mano y con muy bueno acabados.
Para comer nos fuimos a un restaurante "de barrio" donde comimos algo típico. Gulash con judías. ¡Quiero un plato ahoramismo! Nos lo recomendó un hombre que andaba por allí comiendo en su descanso del trabajo, hablaba perfecto inglés y se ofreció a enseñarnos un poco más la ciudad. ¡Nos llevó a visitar la estatua de Bill Clinton!
Nos contó sobre la actualidad del país, sobre las misiones de la KFOR y las bases que pudimos ver desde el autobús. Y sobre los problemas actuales en la zona norte de este territorio, donde las cosas están un poco tensas con los serbios y la presencia militar se multiplica.
Como cosa curiosa de la ciudad, la red de movil la pone Eslovenia, por lo que te tarifican como si estuvieras en Eslovenia en lugar de en Kosovo, esto ocurre solo en la ciudad de Pristina según lo que se.
Dejamos Pristina después cogiendo un autobús en dirección a Prizren. Una ciudad situada al Sur-Oeste de Kosovo.
Un verdulero muy simpático con un nivel aceptable de italiano nos guió hasta el hostel (City Hostel) y desde allí empezamos a explorar la ciudad. El río con la fortaleza al fondo hace bonita a la ciudad y se magnifica cuando subes arriba.
Desde el hostel a simple vista se pueden contar unas 7 mezquitas, tiene una terraza desde donde estábamos contemplando la ciudad al final de día cuando todos los minaretes se iluminaron y se inició la última llamada al rezo. Se me pusieron todos los pelos de punta. Esa sensación solo la tuve en Estambul.
La ciudad esta muy viva por la noche y no hay problemas para salir, además nos recomendaron que saliéramos de fiesta puesto que por lo visto hay y mucho de eso. Lo dejaremos para la próxima vez por que estábamos rendidos.
Una buenísima experiencia en una porción de tierra llamada Kosovo que trata de salir adelante por si sola. El trato de la gente a pesar de perteneces a un país que no los reconoce como autónomos fue buenísimo. En Kosovo me sentí cómodo como en cualquier parte del mundo por lo que recomiendo a la gente a visitar y a conocer, no importa la idea que tengas de un determinado país, no sabrás como es un lugar hasta que lo visitas y te empapas de el.
Desde luego me llevo una buena impresión del lugar y deseo de todo corazón que le valla bien a esta gente en el futuro.
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